Joel Muñoz
Los ejecutas acostumbran a buscar creaciones hechas en otras partes del mundo y las exhiben en los directorios como ejemplos de lo que debería ser la producción de ideas en Chile. Obtienen sonoros ooohhhhhh..! de la concurrencia.
Es verdad que, en general, se trata de muy buenas ideas, hasta dan envidia. Pero también es verdad que son elegidas entre millones de malas ideas…realizadas con cientos de miles de dólares, por grandes equipos de trabajo y con todo el tiempo del mundo…es de mal gusto andar mostrando cómo los finlandeses, los japoneses, los americanos, los franceses, los canadienses o los españoles tienen tan buenas ideas… y tanta plata para hacerlas. Los creatas chilensis y sudacas conocemos este tramposo cuento.
Con dos experiencias vividas, una en publicidad, otra en educación, explicaré a los ejecutas chilensis porqué hay que confiar en nuestra creatividad.
a primera experiencia, una reunión de creativos en Cannes. El jefe mundial de nuestra agencia, les preguntaba a los de Nueva York, de Madrid o de París, cuál era el presupuesto promedio de un comercial en sus países. Respondían …por sobre los 200 mil dólares, más o menos. Me preguntó enseguida a mí… Respondí poniéndome colorado: 25 mil dólares. Pues bien, dijo el jefe …cuántos clientes atiende cada uno: el francés, el americano y el español respondieron, dos o tres clientes. El chileno respondió, 23 clientes y 80 productos, con un equipo creativo de no más de 10 profesionales muy jóvenes.En Nueva York, 1200 empleados. En Chile, 80. Claro, es cuestión del tamaño de los mercados. Los creatas internacionales trabajaban no más de 6 horas diarias. Los nuestros, más 12 horas diarias. La mayoría de nosotros, separados de nuestras esposas, por ende.
Bien, dijo el jefe mundial. Los creatas chilenos han ganado el Gran Premio de la Publicidad de su país, aparte de otra docena de premios, y han sido finalistas en el Festival de Nueva York con un spot de menos de 25 mil dólares, han producido durante el año más de 150 spots para sus 23 clientes y 80 productos. ¿Qué les parece? …se escuchó un ohhhhhhh..!
Algo similar sucedió en la presentación que hicimos como Escuela de Comunicación en el Congreso Mundial de Educación de Canadá, en representación de Chile.Nuestra escuela basaba su método de formación de comunicadores en el factor humano y en el trabajo de resolución creativa de casos, aplicando desde 1981 conceptos del constructivismo en educación. Al finalizar, se nos acercaron centenares de personas. Un centroamericano quiso comprarnos la presentación allí mismo, en dólares contantes y sonantes, para llevarla al Ministro de Educación de su país. Como para no creerlo. La autoridad máxima de la educación de esa parte de Canadá, en una limusina nos llevó a recorrer las instalaciones de tecnologías educativas. La TV para programas de educación, más grande que el canal 13 de Chile. La editorial, simplemente impresionante. La radio, otro tanto. Al final, nos invitó a almorzar.Me dijo: “Mr. Munoz…usted ha visto todo lo que tenemos. Pero, lo que ustedes tienen es lo que nos hace falta: creatividad, pasión por lo que hacen, ideas. Además, no tenemos alumnos que quieran aprender y usar estos recursos. Su escuela en Chile educa sin estas tecnologías, con tiza, pizarrón, en clases nocturnas, con profesores que vienen cansados, con alumnos que aprenden haciendo. Y lo logran. Ustedes son mejores que nosotros”, me dijo. Y nos despedimos, no supe qué decir.
La relación entre estos ejemplos es que varios de los creatas de la agencia chilena que había sido elogiada en Cannes, eran profesores en la Escuela de Comunicación por las noches. La misma escuela chilena que había sido elogiada en Canadá.
(Creatas y Ejecutas era el nombre de una tira cómica de una revista de publicidad española que contaba las odiosas relaciones entre creativos y ejecutivos)